En 1860 el estadounidense John Wesley Hyatt y su hermano, trabajan para desarrollar un material que sustituyera el escaso marfil que se utilizaba en aquella época para la elaboración de bolas de billar. Esta idea fue presentada por el fabricante también estadounidense Phelan and Collarder quien ofreciera una recompensa de 10,000 dólares a quien lograra desarrollar este material. En el laboratorio de los hermanos Hyatt, John sufre una cortadura accidental y para cubrir la herida aplica una solución a base de nitrato de celulosa, se dan cuenta que esta al diluirla en alcanfor y etanol, y al someterla a altas presiones tenían un material resistente como para reemplazar el marfil en las bolas de billar. La comercialización de este producto llegaría hasta 1872 y fundarían su propia industria en Newmark, Nueva Jersey. Para 1909 el belga Leo Hendrik Baekeland radicado en Estados Unidos, comenzó a experimentar con fenol y formaldehído dando como resultado un polímero que difícilmente podía ser retirado de los tubos de ensayo donde era tratado y fue de gran interés para la industria en general, el cual fue llamado baquelita. Comienza la era de los plásticos sintéticos, la patente de la baquelita se obtiene en 1906, en 1907 se produce la resina de ésta y en 1909 en un discurso pronunciado por la American Chemical Society se anuncia de manera oficial el descubrimiento de la baquelita, logrando sustituir a otros materiales utilizados para objetos del hogar y la industria. En 1919 el alemán Hermann Staudinger, descubrió la existencia de macromoléculas o polímeros y demostró que los monómeros que forman un polímero se unen entre sí mediante enlaces químicos ordinarios, esto dio pie a varias investigaciones científicas que dieron grandes avances al desarrollo de los plásticos.